miércoles, 30 de septiembre de 2009

Frágil.

Tu mirada de cristal y atardecer
traspasa mi cuerpo
y el aroma de tu cuello
estremece mis labios.

Existes en cada suspiro
y en todo silencio me llamas.

Grita vorazmente mi alma para no escucharte,
para no acpetarte y no tenerte,
para no quererte, y no llamarte
con lagrimas terribles
en mis desolados llantos.

Déjame seguirte sin tocarte
déjame entregarme y no me tomes
déjame besarte la voz
y llévame en tus palabras.

Incítame a seguirte a donde vayas,
y a entregarte mi alma y no la tomes,
guarda mi beso en tus palabras
y pronúnciame en tu voz.

Toca mi mano y llévame,
entrégame tu alma y toma mi voz,
besa mis labios llenos de palabras.

Sólo
déjame seguirte.

Para de gritar y escúchame:
con tu ojos de hielo y temblando
¡llámame en todo silencio!

Yo te sueño en mis desesperados besos,
sueño tu consuelo,
y tu mirada en esta ardiente tarde
y los tormentos desprendidos
del perfume de tu cuello.

H.O.R.

1 comentario: