Crónicas oníricas.

Los sueños,
más efímeros aun que los días
deben ser plasmados con sus propias letras.

A través de los ojos
de sus personajes inquiétamente célebres,
cabilando entre sus aromas y colores.
Navegando sin instrumentos.

Deben ser leídos así, sin traducción.

Primera noche.

Aquí estoy tratando de crear mundos que entregarte,

espíritus que ofrecerte,
vidas que regalarte.

Amándote en tus distancias y tus cercanías,
desde tus ayeres y hacia tus mañanas,
"esperando que mi corazón reviente en pájaros"
y vuele a buscarte.

Aquí está mi única certeza:
el mundo que creamos y que creemos es uno mismo:
un mundo de vastos cielos a la altura de tus sueños,
de infinitos días efímeros
e interminables noches eternas.

Cada beso tiene el valor de lo irrepetible
y cada caricia es única, cada azar un misterio.

Aquí estamos los dos,
intentando crear un mundo posible
entre distancias y un amor,
entre las columnas y el cielo.

Segunda noche.

no quiero explicar en dónde estoy
ni a dónde me dirijo,
no quiero dotar de brazos a mis acertijos.

no quiero exigir perdón
ni abrazos furtivos,
no quiero un poco de calor a plazos fijos.

no quiero admitir tu error
ni llorar tus motivos,
no quiero entender sin razón estos escalofríos.

no quiero mejorar tu visión
ni dar indicaciones,
no quiero escribir esta canción,
ni darte sermones.

(...)
H.O.R.